Los planes de Repsol se hicieron públicos en un informe enviado recientemente al Ministerio de Energía de Perú, al que ahora corresponde decidir si aprueba o no el proyecto. La construcción de líneas sísmicas, un componente clave en la exploración petrolera, implica la tala de árboles para abrir caminos a través de la selva y la detonación de explosivos a intervalos regulares.
El área donde Repsol espera desarrollar su trabajo, conocida como Lote 39, es el hogar de al menos dos de los últimos pueblos indígenas no contactados del mundo, que podrían ser diezmados si se produce contacto entre ellos y los trabajadores de la empresa. Repsol ya llevó a cabo alguna exploración preliminar en esta zona en el pasado; entonces recomendó a sus trabajadores que se defendieran de potenciales ataques por parte de los pueblos indígenas haciendo uso de un megáfono: “Si no lograse la pacificación y el entendimiento entre ambas partes y continuase el ataque se tratará de entablar diálogo usando el megáfono” leer más desde survival
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