La actual globalización económica ha traído consigo el concepto de consumo responsable. La idea subyacente es que la globalización ha causado un gran impacto sobre las poblaciones y el medioambiente en el mundo. Los estados, impotentes ante su progresiva pérdida de poder, se han mostrado más proclives a favorecer la expansión de sus empresas nacionales que a controlar su impacto en el exterior. El consumidor, por lo tanto, ha pasado a ser el protagonista a la hora de exigir un comportamiento ético a las empresas.
Como consumidores colaboramos a través de nuestras opciones de consumo con multitud de proyectos y empresas. Una forma sutil de colaboracionismo que con frecuencia olvidamos es la que se establece entre nuestros depósitos y los diferentes proyectos que nuestra entidad financia con ellos. Y para hablar de este tema me fijaré en cuatro compañías que producen armas muy controvertidas: Lockheed Martin, L-3 Communications, Textron y EADS. Las tres primeras venden misiles con cargas de racimo y son estadounidenses y la última produce misiles que albergan cargas nucleares y es europea. Este armamento, de ser utilizado en un conflicto armado como medida de ataque, sería considerado ilegal según el derecho internacional humanitario por ser armas que no distinguen entre civiles y combatientes y por infringir un sufrimiento innecesario. ¿Qué relaciones tienen las entidades financieras españolas y por ende nuestros depósitos e inversiones con estas cuatro compañías?
A día de hoy, parece ser que no hay entidades financieras españolas que financien a través de créditos a las tres empresas norteamericanas. Eso sí, muchas de ellas ofrecen un índice financiero llamado S&P 500 que incluye a 500 empresas norteamericanas, entre ellas las tres citadas. Este producto financiero funciona de tal forma que cuando el cliente invierte en él está comprando en la práctica acciones de 500 compañías estadounidenses y las está, por lo tanto, financiado. Bancaja, Banco Santander, Bankinter, BBVA, Caja Madrid y La Caixa son las entidades españolas que ofrecen este producto financiero. Además de esto, Tecnobit, empresa militar participada en un 33% por Caja Navarra, un 29% por Caja Castilla la Mancha y un 6% por Caja Burgos, suministra componentes a Lockheed Martin.
Por otra parte, el consorcio aeronáutico europeo EADS, al ser un gran conglomerado europeo y tener presencia en España, es financiado directamente por entidades españolas. Entre estas entidades se encuentran Banco Santander, Bankinter y BBVA. Además, existen empresas españolas con producción militar que son proveedores de EADS y además están participadas por entidades financieras españolas. Se trata por un lado de Aernnova, participada en un 23% por Caja Castilla la Mancha, y por otro Alestis, participada en un 15% por Cajasol y un 14% por Unicaja.
En conclusión, a través de nuestros depósitos e inversiones financieras podemos estar financiando más o menos directamente a compañías que no comparten nuestros valores. Es importante tener esto en cuenta porque si deseamos que las empresas tengan un comportamiento ético en todos los ámbitos es necesario que apliquemos primero la misma regla a nuestras opciones de consumo.
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