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jueves, 19 de enero de 2012

La revuelta de las mantas

 Editorial de vilaweb.cat
Aunque él lo quiere evitar, Fran Tejedor se ha convertido en un símbolo de la noche a la mañana. Este muchacho de Almassora hizo una fotografía de sus compañeros en el instituto pasando frío y envueltos en mantas. Está pasando en muchas escuelas e institutos valencianos que la Generalitat no paga y los niños, y los no tanto niños, pasan frío. Literalmente.

La manta, por ello, se ha convertido o va camino de convertirse en un símbolo. Un símbolo del desastre que está gestionando el gobierno valenciano, del despropósito en que el PP ha convertido la Generalitat Valenciana y también de cómo crece la protesta y renace aquel Valencia que algunos pensaban enterrado para siempre.

Hay que reconocer, sin embargo, que contamos con un aliado importante que es la propia torpeza del PP. Para hacer fuera del instituto Fran Tejedor afirmando que la foto daña la imagen son ganas. Son ganas de que el caso termine en las Cortes, son ganas de que la gente hablamos y son ganas de recordar, simplemente, que quien está dañando la enseñanza y los institutos, y el país, es y ha sido el gobierno del PP.

Como opiniones contundentes desde www.vilaweb.cat .

Su nombre es 'Default'

Un fantasma recorre la Comunidad Valenciana: su nombre es 'Default'. Como en ásperas relatos ancestrales, los más viejos de cada localidad se hacen cruces y se preguntan cómo hemos llegado hasta aquí, y por qué este demonio de nombre extranjero nos muerde con tanta indelicada rabia. Las arcas públicas están vacías y ya no se pueden pagar los medicamentos, ni la electricidad de las escuelas, ni las fotocopias de los edificios oficiales, ni nada en general que indique el correcto funcionamiento del sector público.

  Y sin embargo no hace muchos años que, según nuestros Queridos Líderes y Brillantes Camaradas, este suelo era la envidia de todo el mundo y los perros dormían plácidamente atados con longanizas de pascua.
En Castellón, singularmente, contamos con la materia viva de esta paradoja: tenemos, por un lado, un aeropuerto que ha costado 150 millones de euros (sólo su director inoperante cobra 84.000 al año). A estos gastos hay que sumar algunas minucias más, como el medio millón de euros anuales que cuestan los halcones y otras rapaces que protegen las instalaciones. Un detallito insignificante: no cuenta con ningún avión, todavía.
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Y él que hizo la foto expulsado del instituto ... democracia a la española.