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Pinochetistas y Socialistas, Un Mismo Proyecto
Benjamín CastroIninterrumpidamente, desde 1973, Chile ha sido el laboratorio en donde se cocinan primero las llamadas "reformas estructurales" que se han ido imponiendo paulatinamente a las demás naciones del mundo.
Se trata de las reformas laborales para eliminar los derechos y prestaciones de los trabajadores, de las privatizaciones del sector público y sus diferentes servicios, de la privatización y el pillaje de los fondos de pensiones, de la "disciplina fiscal y monetaria" para garantizar, por encima de cualquier cosa, el pago de la deuda; la destrucción de la economía interna y el mercado interno para consagrar la economía a las exportaciones, la libertad absoluta a la inversión extranjera, la desregulación bancaria etc. etc.
Esas reformas fueron impuestas inicialmente por la junta militar encabezada por un general corrupto y ambicioso como fue Augusto Pinochet, bajo la tutela de los economistas de la Universidad de Chicago. Se puede decir con toda justicia que Pinochet fue impuesto para imponer estas reformas y no para "salvar a Chile del comunismo" como él solía decir.
