de mi alma recuerdos from Itziar Egaña Furundarena on Vimeo.
Hay periodicos de Alava otros de Bizkaia o Navarra ,radios de Euskadi o de Vitoria , nuestro blog está cerca de Olarizu y nos gusta dar la nota con txistu o trombón ... que le vamos a hacer ... berriak , news, noticias , noticies , journal ... Solidaridad , que el opresor no te haga sentir culpable de las golpes que da, no estás solo .
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lunes, 28 de junio de 2010
De mi alma recuerdos
Documental premiado en Brasil, Puerto Rico y Cuba recoge las raíces históricas del movimiento de la Nueva Trova
Anticapitalismo, decrecimiento y ecosocialismo
Con el título Frente a la crisis sistémica, respuestas anticapitalistas: decrecimiento, soberanía alimentaria y ecosocialismo, Izquierda Anticapitalista Sevilla, junto con la Red Decrecimiento Sevilla, organizaron una charla en el Centro Vecinal Pumarejo, el pasado 1 de junio, con la asistencia de un centenar de personas.
Esther Vivas, activista en soberanía alimentaria y miembro de Izquierda Anticapitalista, y Marta Soler, profesora de la Universidad de Sevilla, fueron las ponentes del acto.
Esther Vivas, activista en soberanía alimentaria y miembro de Izquierda Anticapitalista, y Marta Soler, profesora de la Universidad de Sevilla, fueron las ponentes del acto.
Tú no hagas huelga
Nekane Jurado Miembro de la Plataforma Herria Abian
Con la convocatoria de huelga realizada por la mayoría sindical vasca para mañana como punto de partida, la autora del artículo hace un recorrido por todos aquellos sectores socio-económicos que no deben sentirse concernidos por el llamamiento sindical, precisamente porque se sitúan en las antípodas de aquello que reivindica la movilización. Grandes directivos de la banca, empresarios sin escrúpulos, políticos con cargo, especuladores inmobiliarios... todos forman parte de ese colectivo que debería temer el triunfo de la huelga general.
En Euskal Herria la renta media por persona supera los 34.000 euros al año, (o sea que según eso mis dos hijos y yo deberíamos ingresar 102.000 euros al año), yo buscaba ese dinero que alguien me robaba, y no lo tenían ni mis vecinas pensionistas, ni mis amigas trabajadoras, ni sus hijas pequeñas (que también cuentan en ese reparto), ni los migrantes de enfrente, ni tanto «currela de cuello blanco» a quienes con EREs y ajustes sucesivos les están limpiando el bolsillo. Todavía no he encontrado el dinero, pero he leído que todos los directores y consejos de administración de las 35 grandes empresas de Bolsa (IBEX-35) entre las que hay muchos vascos, cobran de media anual más de 900.000 euros. Si eres uno de ellos, tú no hagas huelga, porque pedimos el reparto real de la riqueza, pedimos que esos señores pasen por Hacienda y hagan caja, para que no hundan más nuestro escuálido sistema social. No hagas huelga porque pedimos que sus empresas dejen de ver el alto beneficio dinerario como fin último y antes de firmar sus convenios y despedir a sus trabajadores los miren a los ojos y vean la desesperanza que arrastran ya más de un millón de personas en Euskal Herria que sobreviven por debajo del umbral de pobreza. Tú no hagas huelga porque ya no podrías decir que la economía crece, sólo porque suba la bolsa como consecuencia de haber reducido tu plantilla a la mitad.
La pensión media de jubilación en Euskal Herria es de 12.200 euros año, y han demostrado que les sobra porque normalmente de ella comen dos y ayudan a los hijos hipotecados, por eso hay que ajustarla a la realidad, hay que bajarla, tiene que cotizar dos años más esta generación nacida en la posguerra, trabajadora desde los 14 años, esnifadora de amianto y de lo que le echaran, que las cosas más refinas son para tí, súper-director de banco (BBVA) que haces cálculos de hasta dónde se puede extender la miseria para liberar dinero con el que dotarte de una pensión anual de 2 millones de euros, aunque no has llegado a los 60 años. Tú no hagas huelga, que tu pensión no entra en la reforma. Ni vosotros, parlamentarios y políticos vascos, no hagáis huelga que por una legislatura (los miembros del Gobierno, por dos años) tenéis garantizada la pensión vitalicia máxima, y si la huelga va a más a alguien se le podría ocurrir decir que recortando vuestros privilegios realmente se ahorraría dinero y os incentivarían a cotizar algún año más para mantener las arcas de la Seguridad Social.
Tampoco hagas huelga tú, que eres de la élite de amigos que defraudan a la Hacienda vasca anualmente 10.000 millones de euros, con los que se podría automáticamente doblar el gasto público. No hagas huelga porque tu Concierto Económico se adapta a tu ingeniería fiscal, a tus SICAV, y además ya les has dicho a tus amigos diputados de Hacienda que sólo tu nombre vasco da caché al Club, si encima quieren que pongas dinero los paraísos fiscales tienen anchas puertas.
No hagas huelga tú, ludópata del Monopoli, que acumulas viviendas explotando la necesidad de un techo, hacinando migrantes, llevándote todo el sueldo integro del trabajador precario. No hagas huelga porque no eres una de las 800 familias vascas que cada mes le ejecutan la hipoteca y le desahucian en silencio. No hagas huelga, porque los huelguistas pueden presionar para que el dinero público que se da a la banca se utilice para recomprar públicamente las hipotecas, para crear un parque publico de vivienda y acabar con tu Monopoli.
Tú no hagas huelga, ingeniero alemán de la Mercedes que has venido a plantear el enésimo ERE y a analizar la «reordenación productiva», tú eres migrante y has visto que es mentira eso de que los migrantes están pagando la crisis, con lo bien que te han acogido a tí, el chalé que te ha montado la empresa, los viajes que te organizan a Rioja Alavesa. Supongo que tú eres ese migrante que dicen en las tertulias que nos roba el trabajo, y las mejores viviendas, por eso no debes de hacer huelga, porque vamos a pedir que los migrantes sean uno con nosotros, con los mismos derechos.
Están estudiando suprimir la pensión de viudedad, pero tú, mujer superprogresista, no hagas huelga porque no es progre aceptar ese tipo de prestaciones. Las ayudas a la dependencia tardan en concederse año y medio, y la van a pagar sin atrasos con lo que alargando un poco el retraso son altas las probabilidades de que el dependiente se muera en ese plazo; pero tú, mujer cuidadora, no grites tu depresión en las calles, no hagas huelga, sigue resignada que la Iglesia te ha dicho que ésa es tu cruz, con la que ganas la vida eterna. Por cierto, la cruz de ellos está en la declaración de tu renta, que aunque a tí te ninguneen todos los derechos económicos a ellos, guardianes de la llave al paraíso, no debe faltarles el diezmo feudal.
Sois muchos los que no debéis hacer huelga, como vosotros, gobernantes del PSOE y UPN, por un día haced pleno y apareced todos en el trabajo, para responder a todos los medios de prensa que no sucede nada en las calles de Euskal Herria, para dar órdenes a la Ertzaintza y a todos los cuerpos represores que se apliquen bien, que por eso a ellos les ha subido el presupuesto y les han comprado uniformes y juguetes bélicos nuevos.
Tú no hagas huelga, pero recuerda este día: 29 de junio, día en que Pedro en huelga decidió dejar de ser portero, harto de ver que es un mandado, que él no elige quién entra, que el dinero lo compra todo: pensiones, aceptación de EREs, reformas laborales, islas paraísos fiscales, visitas guiadas a la casa real para sindicalistas domados, y una prensa que repite y repite lo bien que estamos y lo mejor que vamos a estar.
Recuerda este 29 de junio en que Herria Abian, el pueblo en marcha, arropado por todo el sindicalismo vasco, por casi mil comités de empresa tomó los pueblos de Euskal Herria, su ágora, su polis, para gritar que ha llegado el tiempo de que tomemos las riendas políticas, que no es otra cosa que la gestión colectiva de la cosa pública. Atrevámonos, somos muchos, ellos son una minoría y encima... no hacen huelga, parémosle su carrusel, despertémosle de sus sueños de amos del mundo.
Con la convocatoria de huelga realizada por la mayoría sindical vasca para mañana como punto de partida, la autora del artículo hace un recorrido por todos aquellos sectores socio-económicos que no deben sentirse concernidos por el llamamiento sindical, precisamente porque se sitúan en las antípodas de aquello que reivindica la movilización. Grandes directivos de la banca, empresarios sin escrúpulos, políticos con cargo, especuladores inmobiliarios... todos forman parte de ese colectivo que debería temer el triunfo de la huelga general.
En Euskal Herria la renta media por persona supera los 34.000 euros al año, (o sea que según eso mis dos hijos y yo deberíamos ingresar 102.000 euros al año), yo buscaba ese dinero que alguien me robaba, y no lo tenían ni mis vecinas pensionistas, ni mis amigas trabajadoras, ni sus hijas pequeñas (que también cuentan en ese reparto), ni los migrantes de enfrente, ni tanto «currela de cuello blanco» a quienes con EREs y ajustes sucesivos les están limpiando el bolsillo. Todavía no he encontrado el dinero, pero he leído que todos los directores y consejos de administración de las 35 grandes empresas de Bolsa (IBEX-35) entre las que hay muchos vascos, cobran de media anual más de 900.000 euros. Si eres uno de ellos, tú no hagas huelga, porque pedimos el reparto real de la riqueza, pedimos que esos señores pasen por Hacienda y hagan caja, para que no hundan más nuestro escuálido sistema social. No hagas huelga porque pedimos que sus empresas dejen de ver el alto beneficio dinerario como fin último y antes de firmar sus convenios y despedir a sus trabajadores los miren a los ojos y vean la desesperanza que arrastran ya más de un millón de personas en Euskal Herria que sobreviven por debajo del umbral de pobreza. Tú no hagas huelga porque ya no podrías decir que la economía crece, sólo porque suba la bolsa como consecuencia de haber reducido tu plantilla a la mitad.
La pensión media de jubilación en Euskal Herria es de 12.200 euros año, y han demostrado que les sobra porque normalmente de ella comen dos y ayudan a los hijos hipotecados, por eso hay que ajustarla a la realidad, hay que bajarla, tiene que cotizar dos años más esta generación nacida en la posguerra, trabajadora desde los 14 años, esnifadora de amianto y de lo que le echaran, que las cosas más refinas son para tí, súper-director de banco (BBVA) que haces cálculos de hasta dónde se puede extender la miseria para liberar dinero con el que dotarte de una pensión anual de 2 millones de euros, aunque no has llegado a los 60 años. Tú no hagas huelga, que tu pensión no entra en la reforma. Ni vosotros, parlamentarios y políticos vascos, no hagáis huelga que por una legislatura (los miembros del Gobierno, por dos años) tenéis garantizada la pensión vitalicia máxima, y si la huelga va a más a alguien se le podría ocurrir decir que recortando vuestros privilegios realmente se ahorraría dinero y os incentivarían a cotizar algún año más para mantener las arcas de la Seguridad Social.
Tampoco hagas huelga tú, que eres de la élite de amigos que defraudan a la Hacienda vasca anualmente 10.000 millones de euros, con los que se podría automáticamente doblar el gasto público. No hagas huelga porque tu Concierto Económico se adapta a tu ingeniería fiscal, a tus SICAV, y además ya les has dicho a tus amigos diputados de Hacienda que sólo tu nombre vasco da caché al Club, si encima quieren que pongas dinero los paraísos fiscales tienen anchas puertas.
No hagas huelga tú, ludópata del Monopoli, que acumulas viviendas explotando la necesidad de un techo, hacinando migrantes, llevándote todo el sueldo integro del trabajador precario. No hagas huelga porque no eres una de las 800 familias vascas que cada mes le ejecutan la hipoteca y le desahucian en silencio. No hagas huelga, porque los huelguistas pueden presionar para que el dinero público que se da a la banca se utilice para recomprar públicamente las hipotecas, para crear un parque publico de vivienda y acabar con tu Monopoli.
Tú no hagas huelga, ingeniero alemán de la Mercedes que has venido a plantear el enésimo ERE y a analizar la «reordenación productiva», tú eres migrante y has visto que es mentira eso de que los migrantes están pagando la crisis, con lo bien que te han acogido a tí, el chalé que te ha montado la empresa, los viajes que te organizan a Rioja Alavesa. Supongo que tú eres ese migrante que dicen en las tertulias que nos roba el trabajo, y las mejores viviendas, por eso no debes de hacer huelga, porque vamos a pedir que los migrantes sean uno con nosotros, con los mismos derechos.
Están estudiando suprimir la pensión de viudedad, pero tú, mujer superprogresista, no hagas huelga porque no es progre aceptar ese tipo de prestaciones. Las ayudas a la dependencia tardan en concederse año y medio, y la van a pagar sin atrasos con lo que alargando un poco el retraso son altas las probabilidades de que el dependiente se muera en ese plazo; pero tú, mujer cuidadora, no grites tu depresión en las calles, no hagas huelga, sigue resignada que la Iglesia te ha dicho que ésa es tu cruz, con la que ganas la vida eterna. Por cierto, la cruz de ellos está en la declaración de tu renta, que aunque a tí te ninguneen todos los derechos económicos a ellos, guardianes de la llave al paraíso, no debe faltarles el diezmo feudal.
Sois muchos los que no debéis hacer huelga, como vosotros, gobernantes del PSOE y UPN, por un día haced pleno y apareced todos en el trabajo, para responder a todos los medios de prensa que no sucede nada en las calles de Euskal Herria, para dar órdenes a la Ertzaintza y a todos los cuerpos represores que se apliquen bien, que por eso a ellos les ha subido el presupuesto y les han comprado uniformes y juguetes bélicos nuevos.
Tú no hagas huelga, pero recuerda este día: 29 de junio, día en que Pedro en huelga decidió dejar de ser portero, harto de ver que es un mandado, que él no elige quién entra, que el dinero lo compra todo: pensiones, aceptación de EREs, reformas laborales, islas paraísos fiscales, visitas guiadas a la casa real para sindicalistas domados, y una prensa que repite y repite lo bien que estamos y lo mejor que vamos a estar.
Recuerda este 29 de junio en que Herria Abian, el pueblo en marcha, arropado por todo el sindicalismo vasco, por casi mil comités de empresa tomó los pueblos de Euskal Herria, su ágora, su polis, para gritar que ha llegado el tiempo de que tomemos las riendas políticas, que no es otra cosa que la gestión colectiva de la cosa pública. Atrevámonos, somos muchos, ellos son una minoría y encima... no hacen huelga, parémosle su carrusel, despertémosle de sus sueños de amos del mundo.
Un enorme despilfarro militar que no ha conseguido ganar una sola guerra
En Afganistán, Pakistán e Iraq, las principales regiones de interés militar para los EEUU hoy (obviando los centenares de sitios a los que ha enviado a soldados, agentes y mercenarios estadounidenses para yugular algún que otro brote eruptivo de conflicto étnico, tribal, religioso o territorial), hay indicios de que las cosas van yendo cada vez más por su lado.
En Afganistán, el General David McChrystal ha optado por un acto de insubordinación; el presidente afgano patrocinado por los EEUU habla de hacer las paces con los enemigos talibanes y de ordenar a los EEUU y a la OTAN que abandonen el país (precisamente cuando acaban de descubrirse miles de millones de dólares en yacimientos de litio, oro y otros minerales codiciados por los dirigentes de cualquier nación moderna).
Hay disputas entre kurdos, turcos e iraquíes en Iraq, disputas que los EEUU consideraban más o menos pacificadas, aun si no sometidas al gobierno. Hay desórdenes en Somalia, Yemen y el Sáhara. Diríase que los EEUU no son la nación más poderosa de la tierra.
En mayo pasado, el Secretario de Defensa de los EEUU, Robert Gates, ofreció una serie de charlas, en su mayor parte no publicadas, sobre los gastos en defensa, que hace un buen número de años que está disparados, y no sólo desde los ataques de al-Qaida sobre Nueva York y Washington en 2001, aun si esas embestidas "abrieron una espita en el gasto de defensa, que prácticamente dobló el presupuesto de base en el último decenio". Se supone el gasto armamentístico estadounidense se realiza para librar a los estadounidenses de problemas; pero no está funcionando.
El Secretario dijo que "la espita se ha cerrado, y seguirá cerrada por un buen período de tiempo". Lo cierto es que todos los intentos del Congreso de cerrar la espita o de reducir el gasto militar han terminado en un fracaso durante estos últimos años, porque la del gasto militar es una causa electoralmente irresistible, aun cuando los resultados sean irracionales o linden incluso con lo ridículo.
El Secretario Gates dio buenos ejemplos de esto último cuando habló en la convención anual de la Liga de la Armada a comienzos de mayo. Dijo que prácticamente todos los grandes programas armamentísticos en fase de desarrollo o de producción, incluyendo los dos principales proyectos de la Armada -el llamado Navío de Combate Costero y el programa para el caza multiservicios Joint Strike (al que algunos gobiernos europeos poco avisados se sumaron contractualmente) están pasados de presupuesto, van con retraso y saturados de problemas.
Lo que se ignora es por qué desarrollan los EEUU estas armas.
Se está comprando la nave de combate costero para operaciones en aguas poco profundas y costeras, a fin de emplear a la Armada en la guerra contra el terror (o contra piratas, o contra "extremistas violentos", de acuerdo con la moda terminológica que cada quién prefiera), de donde la Armada ha estado embarazosamente ausente, dado que los terroristas raramente son gentes marinas, mientras que los piratas, aun siéndolo a menudo, no pasan de usar lanchas hinchables tipo zodiac. Si se culmina el proyecto, el barco se terminará previsiblemente cuando los EEUU abandonen la guerra contra el terror, frustrados y hartos de fracasos, y cuando la Armada decida que, después de todo, es una Armada de mar adentro, y no precisa de tales navíos.
En su discurso ante la Liga de la Armada, Gates llamó la atención sobre los que la Armada estadounidense posee ya:
Once grandes grupos de portaaviones nucleares patrullando los mares y dispuestos para enfrentarse a flotas enemigas. Ninguna otra nación posee un solo grupo de portaviones de este tipo, de modo que no hay flotas a las que enfrentarse. Francia (¡siempre Francia!) ha construido un portaviones nuclear moderno y está pensando si puede permitirse construir otro. Ninguna otra armada tiene más que unos cuantos portadores para reactores de despegue horizontal y helicópteros (los EEUU tienen 10 de este tipo). Los EEUU tienen 57 submarinos nucleares equipados con misiles de ataque (más que todo el resto del mundo sumado), más 79 navíos Aegis equipados con misiles defensivos y capaces de portar 8.000 misiles de lanzamiento vertical. En total, se estima que la Armada estadounidense dispone del equivalente a la suma de las 13 armadas que le siguen en capacidad en el mundo.
El Cuerpo de Marines de la Armada, que dispone de sus propias fuerzas aéreas y blindadas, no tiene equivalente alguno en el extranjero, y tiene por sí misma, mayor envergadura que la mayoría de los ejércitos nacionales extranjeros.
Gates podría haber recitado cifras similares sobre la enorme desproporción entre el ejército y las fuerzas aéreas estadounidenses y los del resto del mundo tomados de consuno (exceptuando a China y a la India, que tienen fuerzas terrestres dos o más veces mayores que el ejército regular estadonudense –excluidos los auxiliares mercenarios estadounidenses—, pero se trata de ejércitos terrestres no aptos para combatir contra los EEUU, ni es demasiado probable que su gobiernos lo quisieran).
Pero este poder titánico ha sido incapaz de producir paz en ninguna parte. Durante los 65 años transcurridos desde el final de la II Guerra Mundial, los estadounidenses han gastado más en gasto militar que todo el resto del mundo sumado con la declarada intención de pacificar el mundo y afianzar la democracia.
Se han librado guerras o llevado a cabo intervenciones militares en Corea, China (a través de las fuerzas mercenarias le Kuomintang y de las tribus tibetanas), Cuba (a través de los exiliados) Laos, Vietnam, Camboya, Líbano, Libia. Iraq (por partida doble), Irán, Somalia, Afganistán (por partida doble), Pakistán (con zánganos y con fuerzas especiales), Nicaragua (a través de los "contras"), Granada, Panamá, la República Dominicana, Chile, Grecia y por doquiera. Más, probablemente, pero esos son los sitios que recuerdo ahora mismo.
Incompleta o no, no ofrezco esta lista a cuenta de un irreprimible sentimiento de indignación. Algunas de esa intervenciones estaban justificadas, la mayoría, no; otras han de verse en el contexto de la época. El motivo de mi listado es un hecho que nadie parece acabar de entender, y es: se ganaron batallas, pero los EEUU no consiguieron ganar ni una sola guerra. No hay una sola victoria (salvo las que se dirán enseguida), y ni una sola de las intervenciones arrojó un resultado positivo, tal vez con la excepción de Kosovo. Las únicas victorias inequívocas se dieron en Granada, contra una cuadrilla de albañiles cubanos, y en Panamá, en donde 500 civiles (según estimaciones de la ONU) fueron asesinados para poder detener al presidente Manuel Noriega y encerrarlo en la celda de una cárcel de Miami. Y ya ha cumplido su condena.
William Pfaff (1928) es un analista político de origen germano-estadounidense, columnista habitual del International Herald Tribune y frecuente colaborador de la New York Review of Books.
En Afganistán, el General David McChrystal ha optado por un acto de insubordinación; el presidente afgano patrocinado por los EEUU habla de hacer las paces con los enemigos talibanes y de ordenar a los EEUU y a la OTAN que abandonen el país (precisamente cuando acaban de descubrirse miles de millones de dólares en yacimientos de litio, oro y otros minerales codiciados por los dirigentes de cualquier nación moderna).
Hay disputas entre kurdos, turcos e iraquíes en Iraq, disputas que los EEUU consideraban más o menos pacificadas, aun si no sometidas al gobierno. Hay desórdenes en Somalia, Yemen y el Sáhara. Diríase que los EEUU no son la nación más poderosa de la tierra.
En mayo pasado, el Secretario de Defensa de los EEUU, Robert Gates, ofreció una serie de charlas, en su mayor parte no publicadas, sobre los gastos en defensa, que hace un buen número de años que está disparados, y no sólo desde los ataques de al-Qaida sobre Nueva York y Washington en 2001, aun si esas embestidas "abrieron una espita en el gasto de defensa, que prácticamente dobló el presupuesto de base en el último decenio". Se supone el gasto armamentístico estadounidense se realiza para librar a los estadounidenses de problemas; pero no está funcionando.
El Secretario dijo que "la espita se ha cerrado, y seguirá cerrada por un buen período de tiempo". Lo cierto es que todos los intentos del Congreso de cerrar la espita o de reducir el gasto militar han terminado en un fracaso durante estos últimos años, porque la del gasto militar es una causa electoralmente irresistible, aun cuando los resultados sean irracionales o linden incluso con lo ridículo.
El Secretario Gates dio buenos ejemplos de esto último cuando habló en la convención anual de la Liga de la Armada a comienzos de mayo. Dijo que prácticamente todos los grandes programas armamentísticos en fase de desarrollo o de producción, incluyendo los dos principales proyectos de la Armada -el llamado Navío de Combate Costero y el programa para el caza multiservicios Joint Strike (al que algunos gobiernos europeos poco avisados se sumaron contractualmente) están pasados de presupuesto, van con retraso y saturados de problemas.
Lo que se ignora es por qué desarrollan los EEUU estas armas.
Se está comprando la nave de combate costero para operaciones en aguas poco profundas y costeras, a fin de emplear a la Armada en la guerra contra el terror (o contra piratas, o contra "extremistas violentos", de acuerdo con la moda terminológica que cada quién prefiera), de donde la Armada ha estado embarazosamente ausente, dado que los terroristas raramente son gentes marinas, mientras que los piratas, aun siéndolo a menudo, no pasan de usar lanchas hinchables tipo zodiac. Si se culmina el proyecto, el barco se terminará previsiblemente cuando los EEUU abandonen la guerra contra el terror, frustrados y hartos de fracasos, y cuando la Armada decida que, después de todo, es una Armada de mar adentro, y no precisa de tales navíos.
En su discurso ante la Liga de la Armada, Gates llamó la atención sobre los que la Armada estadounidense posee ya:
Once grandes grupos de portaaviones nucleares patrullando los mares y dispuestos para enfrentarse a flotas enemigas. Ninguna otra nación posee un solo grupo de portaviones de este tipo, de modo que no hay flotas a las que enfrentarse. Francia (¡siempre Francia!) ha construido un portaviones nuclear moderno y está pensando si puede permitirse construir otro. Ninguna otra armada tiene más que unos cuantos portadores para reactores de despegue horizontal y helicópteros (los EEUU tienen 10 de este tipo). Los EEUU tienen 57 submarinos nucleares equipados con misiles de ataque (más que todo el resto del mundo sumado), más 79 navíos Aegis equipados con misiles defensivos y capaces de portar 8.000 misiles de lanzamiento vertical. En total, se estima que la Armada estadounidense dispone del equivalente a la suma de las 13 armadas que le siguen en capacidad en el mundo.
El Cuerpo de Marines de la Armada, que dispone de sus propias fuerzas aéreas y blindadas, no tiene equivalente alguno en el extranjero, y tiene por sí misma, mayor envergadura que la mayoría de los ejércitos nacionales extranjeros.
Gates podría haber recitado cifras similares sobre la enorme desproporción entre el ejército y las fuerzas aéreas estadounidenses y los del resto del mundo tomados de consuno (exceptuando a China y a la India, que tienen fuerzas terrestres dos o más veces mayores que el ejército regular estadonudense –excluidos los auxiliares mercenarios estadounidenses—, pero se trata de ejércitos terrestres no aptos para combatir contra los EEUU, ni es demasiado probable que su gobiernos lo quisieran).
Pero este poder titánico ha sido incapaz de producir paz en ninguna parte. Durante los 65 años transcurridos desde el final de la II Guerra Mundial, los estadounidenses han gastado más en gasto militar que todo el resto del mundo sumado con la declarada intención de pacificar el mundo y afianzar la democracia.
Se han librado guerras o llevado a cabo intervenciones militares en Corea, China (a través de las fuerzas mercenarias le Kuomintang y de las tribus tibetanas), Cuba (a través de los exiliados) Laos, Vietnam, Camboya, Líbano, Libia. Iraq (por partida doble), Irán, Somalia, Afganistán (por partida doble), Pakistán (con zánganos y con fuerzas especiales), Nicaragua (a través de los "contras"), Granada, Panamá, la República Dominicana, Chile, Grecia y por doquiera. Más, probablemente, pero esos son los sitios que recuerdo ahora mismo.
Incompleta o no, no ofrezco esta lista a cuenta de un irreprimible sentimiento de indignación. Algunas de esa intervenciones estaban justificadas, la mayoría, no; otras han de verse en el contexto de la época. El motivo de mi listado es un hecho que nadie parece acabar de entender, y es: se ganaron batallas, pero los EEUU no consiguieron ganar ni una sola guerra. No hay una sola victoria (salvo las que se dirán enseguida), y ni una sola de las intervenciones arrojó un resultado positivo, tal vez con la excepción de Kosovo. Las únicas victorias inequívocas se dieron en Granada, contra una cuadrilla de albañiles cubanos, y en Panamá, en donde 500 civiles (según estimaciones de la ONU) fueron asesinados para poder detener al presidente Manuel Noriega y encerrarlo en la celda de una cárcel de Miami. Y ya ha cumplido su condena.
William Pfaff (1928) es un analista político de origen germano-estadounidense, columnista habitual del International Herald Tribune y frecuente colaborador de la New York Review of Books.
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