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martes, 19 de julio de 2011

Otro juicio político en la Audiencia Nacional

La Audiencia Nacional española acoge desde ayer un juicio contra diecisiete jóvenes vascos. No es el primero. Al contrario, el tribunal especial ha sido escenario en los últimos años de un gran número de procesos contra el sector más comprometido con el futuro de este país, el que representa la juventud vasca. Les acusan de ser de Segi. Es lo único que la Fiscalía ha logrado plasmar en su escrito de acusación, lo que es más que significativo del carácter político de este nuevo sumario.

El número de jóvenes juzgados -y antes detenidos, incomunicados y muchas veces torturados- en la última década no se cuenta por decenas, sino por centenares. Hace seis años, el Estado español quiso llevar a cabo un juicio ejemplarizante contra más de una treintena de militantes de la juventud independentista en el «caso Jarrai-Haika-Segi», pero la entereza personal y la capacidad política que mostraron los encausados, a los que todo el mundo recuerda sonrientes, con su camiseta roja, triunfantes pese a las circunstancias, cambió el escenario y fueron ellos los que ante la opinión pública juzgaron al sistema que mantiene preso a este país. Efectivamente, dieron ejemplo. Desde entonces, las redadas se han sucedido, y muchos jóvenes han acabado en la cárcel por desarrollar una labor exclusivamente política, lo que demuestra que la estrategia del Estado sigue en los mismos parámetros represivos -como pudo comprobarse ayer por la tarde en Errenteria-, pero también que el compromiso de la juventud se mantiene inalterable pese a amenazas y condenas.

Hace unas semanas miles de personas denunciaron en Donostia el enjuiciamiento de ocho militantes de la izquierda abertzale en el «caso Bateragune». Esa multitud salió a la calle con el convencimiento de que lo que se estaba juzgando era la apuesta por un escenario de paz y democracia realizado por los imputados. Del mismo modo debe denunciarse el juicio contra estos diecisiete jóvenes de Oarsoaldea, porque se trata igualmente de un proceso político que pretende castigar a quienes, comprometidos con ese escenario, son los encargados de construir el futuro de nuestro pueblo.
Imprimatu