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martes, 12 de julio de 2011

Arnaldo Otegi: "Inoiz ez dut indarrez jokatzera deitu"

Gatzaren omenaldian parte hartzeagatik berriro ari dira epaitzen Arnaldo Otegi, gaur. Ekitaldi horretan espetxeren krudeltasuna salatu zuela berretsi du, eta gaur ere salaketa horretan sakondu du deklarazioan. Auzitegi Gorenak baliorik gabe utzi zuen lehen epaiketa, Angela Murillo epaileak partzialtasunez jokatu zuelako.

Intelectualidad europea en apoyo al 15M

El experto en deuda ilegítima Éric Toussaint, al 15M: "Necesitamos una revolución auténtica y el movimiento es solamente una primera etapa, pero fundamental y entusiasmante".

Untitled from fafatale on Vimeo.

Las mentiras de Rubalcaba

Rafael Calero Palma
Rebelión


Lo de Alfredo Pérez Rubalcaba no tiene nombre. No sé si considera que la gente es tonta o el tonto es, directamente, él por pensar que los electores van a picar en el anzuelo tan burdo que lanzó el pasado sábado en su discurso en el Palacio Municipal de Congresos de Madrid. Después de llevar varios años en el gobierno de la nación, primero como Ministro de Interior y más tarde también como Vicepresidente Segundo, va ahora y dice, en un discurso que sonaba ampuloso, falso y embaucador, que sí, que él es el hombre, que precisamente la persona que este país necesita para salir del embrollo en el que andamos metidos es él, porque nadie como él encarna los valores de la socialdemocracia y de la solidaridad y bla, bla, bla. Y todo eso, como si él, durante estos ocho años de gobiernos socialistas capitaneados por Zapatero y subcapitaneados por él mismo (¿o ha sido al revés?), no hubiese tenido la menor responsabilidad. Vivir para ver.

De todas las lindezas que el sábado soltó en el discursito de marras, a mí, supongo que como a la mayoría de los que lo hemos visto en televisión, la que me sorprendió de una manera especial fue esa de que él tiene la receta para acabar con el paro. Hace falta tener la cara dura para decir algo así. Casi cinco millones de parados y ahora resulta que el Vicepresidente del Gobierno de España tiene la receta para acabar con el paro. Y el tío, día sí y día también, departiendo con Zapatero y no se le ha ocurrido contársela. Digo yo que ya podría haberle echado un cable a su jefe y haberle contado cuáles son las medidas necesarias para crear empleo, si tan claro lo tiene.

No obstante, no fue esta la única ocurrencia que el sábado el ya ex Vicepresidente lanzó en su discurso. De esta manera, nos contó que ya tiene ultimado o casi, un programa electoral, y según dijo, va a ser la leche de izquierdoso, tanto que Ángela Merkel y Nicolás Sarkozy, mucho nos tememos, le van a retirar el saludo. Rubalcaba anunció que si llega a ser Presidente del gobierno establecerá un impuesto sobre el patrimonio, para que paguen más lo que más tienen. La medida me parece magnífica. El único problema es que ese impuesto ya existía y su gobierno lo abolió. También anunció su intención de cambiar la ley electoral, porque, resulta evidente, está pensada para que gobiernen siempre los mismos y distorsiona la pluralidad política del estado español. Lástima que durante todos estos años no se le haya ocurrido cambiarla, a pesar de que esa medida es un clamor popular. También hizo una defensa férrea del sistema público de salud (“no voy a acordar nada que debilite nuestro sistema de salud. Y nada es nada.”, argumentó), ese mismo sistema al que ellos no acuden cuando están enfermos, o de la escuela pública, esa misma en la que jamás pondrán un pie ni sus hijos ni sus nietos, porque entre otras cosas, sus leyes la han convertido en una megabasura.

Rubalcaba habló en su discurso de igualdad de oportunidades, de defender “a los que progresan con esfuerzo y no a los que lo hacen engañando y especulando” (esto me suena de algo), de poner freno a los paraísos fiscales, de la solidaridad con los que lo están pasando mal, de la igualdad entre hombres y mujeres, de apoyar a los que pierden su vivienda porque no pueden hacer frente al pago de la hipoteca, de bancos y cajas, de inversión pública, de recortes, de pensiones y, habló, sobre todo, de la firmeza férrea en las convicciones. De todo eso habló Rubalcaba. Lástima que las palabras no sirven para nada. Porque al fin y al cabo lo que cuenta son los hechos. Y los de Rubalcaba como los del gobierno al que ha pertenecido durante mucho tiempo, han ido en la dirección contraria.

Las células que ningún cáncer podrá destruir

Luis Ernesto Ruiz Martínez
visión desde cuba


La noticia nos conmovió a todos. El diagnóstico de un ser querido con esa terrible enfermedad hace temblar a cualquiera. El 30 de junio sentí que se me repetía la historia vivida meses atrás.

El mensaje que el Comandante Hugo Rafael Chávez transmitía a su pueblo anunciaba la lucha que librara por vencer ese terrible mal que afecta a una parte significativa de la población cubana y mundial. Sólo los que hemos tenido (o tenemos) familiares en situaciones similares podemos sentir con absoluta certeza todo lo que nos invade ante tan devastador descubrimiento.

Pero no pretendo hablar del mal, sino de todo lo contrario. Aprecié en la televisión un ser humano decidido a vencer. Con la única alternativa de “subir la empinada cuesta” que la vida ponía ante sí. Es y seguirá siendo el mejor de los “remedios” para vencer el cáncer. No valen de mucho los tratamientos con quimioterapia y citostáticos si no se acompaña de la férrea voluntad de vencer.

Eso pude apreciar en el Comandante Chávez. Era la misma decisión que ha acompañado a mi padre desde que noviembre de 2010 fue diagnosticado con ese terrible mal. También fue sometido a una complicada intervención quirúrgica y a varios ciclos de costosos tratamientos que aún no han culminado. Si no viviera en mi bella Cuba, no hubiera podido costear ni la tercera parte del valor de todo lo invertido en él.

Ahí está Chávez vencedor al igual que mi padre. Al que cada día le agradezco, junto con mi madre, la formación de revolucionario que me otorgaron.

El cáncer sigue sin tener cura. Sin embargo, en la sangre de muchos seres humanos se mantienen vivas muchas células que ninguna variante de la enfermedad puede destruir mientras respiramos. Se trata de las células que se alimentan de las revoluciones. Las que hacen que hombres como Fidel y Chávez renazcan ante cada nueva adversidad. Las que los convierten, como dijera Bretch, en los IMPRESCINDIBLES.

Esa seguridad, confianza y optimismo demostrados por Chávez desde su intervención aseguran, como en el caso de Fidel durante su recuperación, el éxito absoluto.

Pa’lante Comandante! Cuba sigue junto a usted en su camino triunfal.