El 26 de noviembre falleció en Londres, a setenta y ocho años, el coronel Chukwuemeka Odumegwu Ojukwu, el líder igbo que declaró la independencia de la República de Biafra, al sureste de Nigeria, y que comandó su defensa durante la guerra que Nigeria les declaró, de 1967 a 1970. Ojukwu era hijo de un millonario con el título de Sir. Había estudiado en Oxford y en la escuela de oficiales de la Gran Bretaña. Invirtió gran parte de su fortuna a defender Biafra.
La guerra se alargó mucho por la intervención, en favor de Nigeria, de Gran Bretaña y de la URSS, pero también de EEUU, más distantes y ocupados en Vietnam. Entre los intereses básicos había, por supuesto, el petróleo. Francia, extraoficialmente, apoyaba a Biafra. Hubo entre un millón de muertos y tres. Desde entonces, ha grabado en el inconsciente colectivo las imágenes espectrales de niños con la barriga hinchada, llenos de moscas, muriéndose de inanición ante las cámaras. La terrible enfermedad de desnutrición llamada 'kawashiorkor'. Quizás era la imagen más cruel que se veía después de la de los supervivientes de los campos nazis.
Allí nació Médicos sin Fronteras, el punto de partida de los movimientos civiles no gubernamentales de ayuda humanitaria. Biafra perdió la guerra, pero resistió cuanto pudo contra la codicia y la crueldad internacionales. El conflicto puso en evidencia el peor de los efectos coloniales, la perversión y el cinismo diplomático. Ojukwu y biafresos dieron una lección histórica de dignidad y de valentía desde el día que osaron proclamar la independencia. Demostraron que se podía hacer. 'Biafra siempre es una alternativa', solía decir el coronel.
Hay obras imprescindibles. Frederick Forsyth estuvo, en 1967, como corresponsal de la BBC, pero, como que su país respaldaba militarmente Nigeria, le acusaron de falsificar los reportajes en favor de Biafra, y dejó la cadena.
Volvió a ella en 1968, como escritor independiente. Vivía en una furgoneta, cerca del frente. Estuvo en el corazón de la tragedia y conocer algunos de los principales protagonistas. Sus crónicas se publicaron en Londres, en plena guerra, en 1969. En español, se recogieron en 'Génesis de una leyenda africana.
La historia de Biafra '(Barcelona, Plaza & Janés, 1979). Curiosamente, justo después de esta aventura, Forsyth se dedicó a la ficción, si bien no dejó nunca de utilizar técnicas periodísticas de investigación. 'Los perros de la guerra' (1974), por ejemplo, es posible que se medio-inspirase en los mercenarios que conoció a Biafra. Es muy interesante, también, la novela 'Medio suele amarillo' (Barcelona, Mondadori, 2007) de la escritora nigeriana Chimamanda Ngozi Adichie, basada en la historia de su familia.
La guerra de Biafra fue seguida en Cataluña con mucho interés. En 1969, por ejemplo, un grupo de jóvenes de Valls fundó el Club de Fútbol Biafra (1969-1978) para dar a conocer el drama de aquel pueblo oprimido. También como reivindicación, para tocar un poco la pera al franquismo. La camiseta era verde, negra y roja, con un gran sol en medio, como la bandera del recién nacido país africano. Desde entonces, han establecido vínculos con colectivos biafresos de todas partes y fueron invitados, incluso, en la residencia del coronel Ojukwu, en Nigeria, al que ofrecieron una estelada y una estatuilla de los castellers de Valls.
También está la Asociación Caué, Amigos de São Tomé y Príncipe, que, entre más actividades, trabaja para preservar la memoria del puente aéreo de la Joint Churches Aid que efectuaba vuelos clandestinos de ayuda a Biafra, desde São Tomé. En el aeropuerto de la ex-colonia portuguesa, se conservan los restos abandonados de dos aviones Lockheed Constellation de la Canairelief que ellos querrían restaurar y declarar monumento internacional a la ayuda humanitaria.
Sirvan estas líneas de pésame a la familia Ujukwu, el pueblo igbo ya sus amigos y relaciones catalanes. En primer lugar, el Chief Jake Udeozor Nnagbo, ninguno de los igbos en Cataluña y en España, que fue un niño soldado de esa guerra y se hizo merecedor del sobrenombre 'Bomba Billy'. A todos ellos, a sus antepasados, ya la memoria del coronel Chukwuemeka Odumegwu Ojukwu. Descanse en paz.
fuente www.vilaweb.cat artículo
video BBC de la guerra Gran Bretaña apoyó a Nigeria
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