Pedro Almódovar y otros estómagos agradecidos, han firmado un texto con la intención de movilizar a la sociedad española en apoyo del proceso de “democratización” de Cuba, o sea, el regreso de la dictadura capitalista. Algunos de ellos rubricaron, no hace mucho, un manifiesto denominado "Yo acuso al Gobierno cubano" exigiendo el respeto de los Derechos Humanos y la liberación "inmediata e incondicional" de los presos.
Pues bien, han conseguido movilizarme, pero, eso sí, desde mi condición de pertenencia a la clase obrera; por tanto, yo acuso al burgués Almodóvar y a los suyos de:
No denunciar la práctica habitual de torturas en España.
No denunciar la existencia de presos políticos en España.
No denunciar que España es un régimen de libertades imaginarias, a veces volátiles y cuando menos controladas.
No denunciar el pacto firmado-, tras la muerte de Franco- por la “izquierda”, con los sucesores del dictador, durante la llamada Transición, para que todo continuase igual.
No denunciar que el sistema corrupto y ladrón que ellos defienden, pretende que sean los obreros quienes paguen los platos que rompió la oligarquía (crisis).
No denunciar que el régimen y sus servidores, explota a los trabajadores y, por otro lado, alienan y embrutecen a los jóvenes -para que no piensen- a base de alcohol y drogas.
No denunciar que según la Constitución vigente, al Borbón Supremo no se le pueden exigir responsabilidades, es decir, no puede ser juzgado, cometa los delitos que cometa.
No denunciar que por esas, y otras razones, la Constitución es antidemocrática.
No denunciar, en definitiva, que España irrespeta los Derechos Humanos como corresponde a una dictadura burguesa con ribetes franquistas, plena de millones de enajenados, oportunistas y lamebotas, donde se encarcela a comunistas, anarquistas, independentistas y antifascistas en general.
Y dicho esto, me trae sin cuidado que Almodóvar, y su gente, firmen todas las plataformas que les de la gana. A otro perro con ese hueso.
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